6 Pasos para la Meditación Budista

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Por: Alvin Montañez Schilansky

El Budismo provee una amplia variedad de métodos de meditación, cada uno adaptado a las necesidades, naturalezas e inclinaciones de los practicantes. La meditación en el Budismo Tendai se basa en los escritos de Chih-i (Tendai Daishi) quien sistematizó la meditación budista por primera vez en su obra, el “Maka Shikan”. Si bien estos son los mismos métodos de meditación utilizados por todas las escuelas budistas, las mismas han adaptado estos métodos a los marcos conceptuales de sus escuelas. Aquí presento una traducción de pasajes del Maka Shikan escrito por Chi-i donde se detalla la progresión en la práctica de la meditación Shikan. Shikan es la transliteración japonesa de la palabra “Chikuan” que a su vez vienen de “Samatha” y “Vipassana”, o calma y contemplación.

“El aliento es la fuente de la vida. Cuando la respiración se detiene, el cuerpo es sólo un objeto sin vida, y debido a que el sistema nervioso ya no funciona, la mente desaparece. Así vemos que la vida es preservada por el aliento, el cual une el cuerpo con la mente asegurando su existencia. Aunque no puedes verlo, el aire entra y sale por tus fosas nasales cuando respiras. Así que el cuerpo y la mente están unidos por el aliento.

“Existen tres prácticas para pasar de lo mundano a lo sublime, y la “práctica principal” es esencial para cambiar el engranaje mental. La calma (Chih o Samatha) nos brinda la primera pista de que existe un sol detrás de las nubes de la ilusión, y la contemplación (Kuan o Vipassana) es la técnica que abre las puertas a la percepción clara.

“Esto puede dividirse en seis prácticas y tres niveles:
1er Nivel: Práctica Preliminar
2do Nivel: Práctica Principal
3er Nivel: Práctica de Conclusión

1er Nivel: Práctica Preliminar
● Cuente las Respiraciones
Después de haber regulado su aliento para que no sea ni muy profundo ni muy superficial, cuente lentamente del uno al diez, ya sea en respiraciones o en expiraciones. Fije su atención en el conteo para que su mente no divague. Si nota que su mente se ha ido a otro lugar y ha perdido la cuenta, vuelva al uno y comience de nuevo. Con la práctica, usted progresará en este procedimiento y su respiración se hará tan fina que será casi imperceptible.

●. Siga las Respiraciones
Deje de contar las respiraciones, pero concentre su mente en seguirlas dentro y fuera físicamente. De esta manera, su mente y su respiración se harán mutuamente dependientes. A medida que su mente se vuelve más pacífica, notará las longitudes de sus respiraciones y se sentirá como si pasaran a través de todos los poros de su cuerpo. Su intelecto está ahora tranquilo y quieto.

2do Nivel: Práctica Principal
● Deje de seguir las Respiraciones
Deje de poner atención en la respiración pero hágalo intencionalmente (pero sin quererlo) fijando su mente en la punta de su nariz Al hacer esto de repente se dará cuenta de que su cuerpo y mente parecen desaparecer y usted estará en un estado de total calma.

● Contemple las Respiraciones
Aunque este estado de quietud es muy agradable, el siguiente paso es volver la mente sobre sí misma. Las respiraciones dentro y fuera ahora parecerán ser como el viento en el vacío y como si no tuvieran realidad propia. Con la práctica habrá una clara sensación de que la respiración entra y sale del cuerpo a través de todos sus poros.

3er Nivel: Práctica de Conclusión
● Dese cuenta de que la Respiración y el que Respira son Inseparables
Todavía tendrá la impresión de una mente subjetiva que contempla el aliento objetivo. Estos son vistos como dos partes de una dualidad y significa que no se ha alcanzado el estado absoluto de la mente fundamental. El ‘conocedor subjetivo’ sigue a ‘la respiración’ a medida que se eleva y cuando cae. Pero tanto el “ascenso” como la “caída” son fundamentalmente ilusorios e irreales: son como “olas” que surgen del “agua”, las cuales sólo parecen existir. La mente que se levanta y cae no es la verdadera, subyacente, existe la mente increada. La mente está más allá de todo y por lo tanto es nula. No hay mente subjetiva que contemple ni objeto que se contemple. El conocimiento y su objeto desaparecen.

● Dese cuenta del Ser Puro
Todavía existe una idea de ningún conocimiento y ningún objeto. Esto se elimina cuando la mente se vuelve pura y limpia por no discriminar. La mente se vuelve como agua tranquila y no contiene pensamientos discriminatorios (irreales). El regreso de lo falso a lo real es como las olas que se extienden para revelar el agua, finalmente volviéndose uno con el mar.

Los verdaderos fines de la meditación son:

1 – La superación de la finitud y el acceso a la dimensión de la infinidad de la vida.

2 – Accesar a lo Absoluto – al Uno que se encuentra dentro de la diversidad y la calma que subyace por debajo de todo el movimiento.
3 – El desarrollo de la conciencia universal, al ver la inter-relación de todos con todo dentro del Universo; ser una luz en el mundo y promover la iluminación del mundo (la conciencia cósmica de la responsabilidad).

El fin de la meditación no es, por tanto, proporcionar un tipo de psicoterapia o la relajación, sino deconstruir al sujeto (ego), para abrirlo al maravilloso, inquietante y misterio del mundo al que pertenece, y para que pueda ser amo de su destino y pueda narrar su propia historia.

A. Una mente en calma y centrada puede captar la realidad de la unidad de la vida y nosotros mismos (la verdad del vacío);
B. La mente ordinaria, sin embargo, vive en el flujo de la vida, del dolor y del tiempo, misterioso y violento donde constantemente buscamos la comida y el sexo, donde reina el nacimiento y la muerte (la verdad de la existencia provisional);
C. Por último, el claro discernimiento de la mente del Camino Medio, da la bienvenida al todo, donde lo inexpresable se revela y se encuentra con lo expresable, en el encuentro entre lo eterno y lo provisional (la verdad del Camino Medio).

Esto nos invita a vivir en la única y verdadera realidad, que es el momento presente (sin remordimientos, rencores, ni falsas esperanzas). Más allá de la práctica formal, cada actividad y cada acción pueden convertirse en oportunidades para la práctica y la aplicación de la calma y la contemplación.

Por: Alvin Montañez Schilansky
Para: Verde-Vida

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