Por: Alma Febus Fontanez
La gente feliz es aquella que ha tomado la decisión hoy en la mañana de despertar con una sonrisa en el rostro, independientemente de la cantidad de penas que guarde en el alma.
No puedes esperar sentirte feliz el día en que ya no tengas problemas, el día en que logres adquirir un título académico, una profesión, una solvencia económica particular, un esposo(a), hijos, preferiblemente la parejita, una casa (la más bonita) preferiblemente en alguna urbanización que este en voga de caracter exclusivo. Tampoco esperaras sentirte feliz el día en que tengas un auto último modelo, cuentas bancarias, un perro (preferiblemente de buena raza) en fin, todo aquello que la sociedad considera como ‘’éxito.’’
Honestamente, en muchas oportunidades me cuestiono tal éxito, porque al fin y al cabo para lograr todas esas cosas nos convertimos en huérfanos de nosotros mismos. Es algo así como llegar a ser triunfadores, pero al mismo tiempo fracasados. Es decir, sabes que tienes todo y sientes que no posees nada.
¿Que tal incrementar nuestra calidad de vida externa, pero sin perder de perspectiva el desarrollo de la vida interna? Comenzar a vencernos en lo pequeño, sobre todo ser capaces de sabernos ‘’gente’’ no a causa de lo que hacemos o tenemos, sino a causa de lo que realmente somos y si a esta acción le sumas la conexión estricta con el Eterno Presente (que no es otra cosa que un regalo que pareciera despreciáramos de modo constante por nuestro empeño de permanecer atrapados en el tiempo, en el pasado que en tantas oportunidades genera dolor o en el futuro que sin duda nos causa ansiedad) en lo personal considero resultaria genial.
Un día como hoy, al menos intenta NO saludar al dios contemporáneo, que al igual que la Santísima Trinidad esta constituido por 3 elementos: “celular, computadora y televisor”. Es algo así como saludar y reverenciar a tal dios, encender el aparato y bueno, para qué? Para que te dé a cambio puras malas noticias. No es absurdo?
Saca las cosas que tienes guardadas como por ejemplo: “toallas”. ¿Que necesidad tienes de secarte con una toalla casi transparente por el desgaste si tienes guardadas las más bonitas y nuevas? Utiliza tu vestido más lindo, el que tienes guardado para Navidad. Utiliza tu perfume mas exquisito. Abre la botella de vino que conservas para tus amigos, por aquello de que tal vez no lleguen. Si vas de tiendas a comprar un par de zapatos, ten la osadía de salir de la tienda con ellos puestos. Asi como mi amiga Vida y yo; y esto es un caso de la vida real, considerando el hecho de que quizás mañana ya no habrá oportunidad. Porque perdón por la mala noticia, pero si aún no lo has realizado: “todos nos vamos a morir.”
Utiliza los manteles que tienes guardados, justamente hoy. Por que comer en platos plásticos y vasos plásticos, si conservas una vajilla bonita que heredaste de la abuela? Hello!!! Saca esa vajilla. Para que la guardas? Lo mejor que tenemos, lo tendríamos que utilizar para nosotros y para la gente que amamos y no con seres extraños que ni siquiera conocemos bien. Esos vasos lindos, utilízalos, no los guardes para la visita, TU ERES LA VISITA, la realidad es que estamos en esta vida de visita, de paso, por tal razón si un día como hoy tu esposo te invita a salir de paseo, no importa que tu cocina este totalmente desordenada, que los trastes lleguen hasta el techo o que andes en rolos, sabes qué? Ve con tu esposo de paseo, así como estés, con todo y rolos.
NUNCA se desprecia una propuesta de amor, pues nunca sabrás si el siguiente domingo el estará para proponerte nuevamente un tiempo en unión y amor. De manera que de una u otra forma, a través de este día maravilloso que nos recuerda que debemos morir a toda formula de funcionamiento que no resulte efectiva en nuestra vida. Asume la posibilidad de transformar tus circunstancias, ante todo comprendiendo que es preciso te reconcilies con tu cabeza. Además es indispensable asumir una actitud distinta ante la vida; que implique más allá de toda teoría el despertar de tu capacidad de movilización, solo de este modo cumplirás con los propósitos más importantes en tu estancia en este plano, que no son otra cosa que: Amar lo Suficiente, Ser Feliz y Dejar una Huella.