Por: Alma Febus
La Palabra y la Letra son trampas es nuestra cabeza, tanto la verbalización como la escritura utilizadas de modo negativo, pudiesen ser en nuestra vida elementos que generen circunstancias tristes, poco o nada dignas para un ser humano. Debemos saber que nuestra memoria, no tiene sentido del humor, todo lo toma en serio, entonces cada palabra y cada letra inadecuada, repercutirá negativamente en la misma y de este modo generaremos circunstancias de vida carentes de Plenitud y Equilibrio.
La Palabra y la Letra cargan campos energéticos, que bien utilizados pudiesen ayudar a que edifiquemos nuestra vida y sirvamos de ayuda a los demás. La utilización inadecuada de estos dos elementos nos desgasta energéticamente, privándonos de la posibilidad de utilizar todas esas energías a favor de nuestra felicidad.
Erradiquemos formulas de funcionamiento que establezcan alianzas con el sufrimiento y la queja constante. Tal vez culturalmente hemos aprendido el apego a la tristeza y lo demostramos en el momento en que nos acogemos a eventualidades tristes por días, por meses, por años y en el peor de los casos, toda la vida, mas sin embargo, vivenciamos momentos de alegría y a las dos horas los olvidamos.
Es un asunto de enfoque, de valoración a cada propuesta de amor que presente la vida, por simple que resulte y ante todo, de observación y reflexión constante respecto al modo en que invertimos nuestras energías verbales y escritas, pues ciertamente se encuentran conectadas a nuestra capacidad de control y manejo del pensamiento, que a fin de cuentas es este quien nos destruye o nos EDIFICA.
Namaste!
Por: Alma Febus
Para: www.Verde-Vida.com
